Filiberto Hernandez's Obituary
En memoria de nuestro Padre, Abuelo Y
Pastor Filiberto Hernandez
Nació en Abril 6, 1949 en Michoacán Mexico y se mudo a la corta edad de 17 años con su padre y hermanos a la Ciudad de Mexicali Baja Ca, y poco tiempo después a la cuidad de El Centro California. En una visita a Mexicali, ay conoció a su primera esposa Sylvia Mercedes Hernandez, con quien contrajo matrimonio en Enero 24, 1969. Nuestra abuela Julia Martinez, fue el instrumento que Dios uso para plantar aquella semilla en donde Dios empezó a transformar sus vidas. Al poco tiempo nació mi hermana Claudia y después yo y ocho años después nació mi hermano Nathanael. En Marzo 21, 1974, en una convección en la cuidad de Tijuana por el hermano Marcelo Pacheco decidieron mis padres bautizarse en El Nombre de Cristo Jesus y en Mayo 23, 1975 recibió el don del Espíritu Santo.
Viviendo mis padres en la cuidad de Brawley, se congregaron bajo el pastorado del hno. Arturo Espinoza. Y al transcurso del tiempo con el Obispo/ pastor Juan Hernandez, y después con el Hno. Jesus Segura, y fue desde ahi que Dios comenzó su ministerio. En el año 1978, mis padres decidieron mudarse para la cuidad de San Diego, donde se congregaron bajo el pastorado del hno. Refugio Valverde en la cuidad de El Cajon CA. Estando bajo su pastorado en Junio 25, 1979, iniciaron mis padres su pastorado donde Dios le dio la dicha de levantar la segunda Iglesia Apostólica de El Cajon. Nuestro padre tenia carisma para evangelizar y Dios le concedió establecer las iglesias de Ramona, Poway y también un hermoso grupo de hermanos valientes en el estado de Oregon. Él fue una persona muy carismática que le gustaba platicar y su deleite era la Iglesia, los hermanos, y hablar de la palabra de Dios. El tenia el llamamiento para la gente!
Tuvimos muchos momentos en que nuestra casa era el lugar donde traían a los enfermos de Espíritus inmundos y había manifestación de Espíritus. Recuerdo que hacíamos un circulo familiar de oración después de cada liberación, bendiciendo nuestra familia y nuestra casa. Nos decía; “tenemos que estar siempre preparados!”
Y siendo el viudo, contrajo matrimonio con la hermana Mayra Tiznado de Hernandez y le agradecemos a Dios que ella a sido una Bendición en nuestras vidas. Nuestro padre nunca dejo de trabajar para la obra del señor y siguió predicando, y trabajando en su ministerio de liberación, sanidad y orando por el descenso del Espíritu Santo hasta sus últimos días. Como el Apóstol Pablo dijo en (2 Timoteo 4:7-8) He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me esta guardada la corona de justicia, la cual me dará El Señor, juez justo, en aquel dia; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida. Deja a sus tres hijos: Claudia Apodaca, Diana Ochoa y Nathanael Hernández y a sus nietos que fueron su adoración.
” Su oficio fue Carpintero y su llamado fue Esposo, Padre, Abuelo y Pastor.
Te extrañaremos Papa, tatayec!
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