Maria Del Rosario Hernandez's Obituary
Conmemorativo Dios vio que estabas cansada, y una cura no era posible. Entonces puso sus brazos alrededor de ti y te susurro, “Ven conmigo.” Con los ojos llenos de lágrimas te vimos sufrir, y como tu vida se desvanecÃa. A pesar de nuestro profundo amor, no podÃamos hacerte quedar. Un corazón de oro dejo de latir, manos duras han de descansar. Dios partió nuestros corazones y nos demostró que solamente se lleva lo mejor.
What’s your fondest memory of Maria?
What’s a lesson you learned from Maria?
Share a story where Maria's kindness touched your heart.
Describe a day with Maria you’ll never forget.
How did Maria make you smile?

