Ángela Méndez's Obituary
Nuestra madre, Ãngela Méndez, nació en Santa Cruz de Bravo, Silacayoapam, Oaxaca, México. Cuando era niña adoraba a su padre Leopoldo Méndez, quien falleció cuando ella tenÃa 9 años de edad. Después de la muerte de su padre, nuestra madre estuvo al cuidado de sus abuelos paternos. A los 17 años, se casó con nuestro padre, Raúl RamÃrez, quien conquistó su corazón en su caballo blanco bailando en la plaza principal. De los diez hijos que tuvieron nuestros padres, solamente uno murió a la corta edad de once meses. En 1987 nuestra familia empezó a emigrar a los Estados Unidos; para 1996 la familia completa ya estaba reunida en San Diego, California. Nuestra casa siempre estaba llena de risas y niños. Después de criar a sus propios hijos, nuestra madre también ayudó a criar a muchos de sus nietos. Su amor y devoción por sus hijos fue incondicional y no tenÃa lÃmite. Nuestra madre fue una persona compresiva, paciente y amorosa; tuvimos mucha suerte de tener a un ser humano tan increÃble como nuestra madre y ahora aún más afortunados por tener su guÃa y protección desde el cielo.Hace dos meses, nuestra madre fue diagnosticada con cáncer. Después de una corta pero dolorosa lucha contra esa enfermedad, estamos tranquilos sabiendo que nuestra madre ya no sufre y se ha reunido con su padre y nuestro hermano. Perder a nuestra madre a causa de cáncer fue una experiencia desgarradora, sin embargo, estamos agradecidos con Dios por habernos dado la oportunidad de pasar sus últimos dÃas con ella. El cáncer tomó a nuestra madre, pero nos dio fortaleza, fe y momentos que siempre recordaremos. Este 23 de Julio, nuestra madre cumplió 64 años. Ya que no pudimos celebrar su cumpleaños en el hospital, en este dÃa queremos celebrar no solamente su cumpleaños, sino también su vida y legado. Tuvimos una madre extraordinaria y siempre la recordaremos por su fortaleza, belleza y bondad. Nosotros no le decimos adiós, sino hasta pronto.Nota de agradecimientoQueremos agradecer a todas las personas que nos han ofrecido un cálido abrazo y palabras de aliento durante este tiempo tan difÃcil. Sobre todo un gran agradecimiento a las personas que visitaron a nuestra madre, su cáncer le causaba mucho dolor, pero ese dolor desaparecÃa cuando tenÃa visita. Su presencia aquà muestra su amor y devoción por ella. Sabemos también que hay muchas personas que no pudieron estar aquà fÃsicamente, pero sus pensamientos y su buena vibra se sienten claramente. Siempre supimos que nuestra madre era una persona especial, pero nunca nos dimos cuenta del impacto que causó en otros. Ella no solamente capturó el amor y el afecto de sus seres queridos, sino también se ganaba el cariño de personas que no conocÃa. Estamos eternamente agradecidos con ustedes y por esta experiencia.Descanse en paz querida Madre.
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