Victor Manuel Tapia Sánchez's Obituary
Cuando alguien inicia su vida eterna todos expresan de esa persona buenos pensamientos hablan de lo maravillosa persona que era, de su nobleza, de su amor al prójimo y un sin fin de cosas, que lo único que hace es exaltar a la persona, y eso está bien todo este proceso que ahora estamos viviendo todos nosotros es para ayudarnos a pasar este difÃcil momento, pues VÃctor ya no sufre, él está viviendo su mejor momento pues debido a su fe y amor a nuestro Señor Jesús Sacramentado él se encuentra en su presencia, ahora si iniciando su adoración perpetua, no he querido enumerar sus virtudes o todas sus buenas acciones y obras de caridad porque esas solo Dios sabrá como recompensarlo, a nosotros solo nos queda recordar lo que hizo por cada uno y tomar ejemplo de ello. VÃctor decÃa de sà mismo que él era como San Pedro o San AgustÃn, claro que no precisamente por su santidad sino por su carácter impulsivo, el no saber cerrar la boca y decir las cosas como las sentÃa, y las pensaba, no le importaba si la gente se ofendÃa o se sentÃa y no porque esa fuera su intensión, sino porque él decÃa que debÃa instruir a la gente, defender su fe y que todo deberÃa ser como debÃa ser, no le gustaba que la gente practicara una fe light, respetaba todas las creencias siempre y cuando no ofendieran su fe católica, no fueran contra la moral, las costumbres y contra la familia (hombre, mujer e hijos). Hablar de VÃctor seria como un maratón, él es una gran historia, primero como hijo, por todo el soporte que fue para su familia en sus adolescencia, después como amigo en su temporada de high school y durante la militar, donde encontró grandes amistades que perduraron el tiempo y el espacio, pues a pesar de no frecuentarse como quisieran cuando lo hacÃan era con gusto, después como esposo y padre donde no tengo palabras para expresar todo lo que ha hecho por nosotros, por todo el amor incondicional que siempre fue correspondido por mà y sus hijos, como padrino siempre dispuesto a los ahijados que lo buscaban y lo necesitaban, como maestro, director y compañero de trabajo, siempre dispuesto a enseñar, pero sobre todo a ayudar siempre teniendo en mente a sus alumnos por quienes siempre busco los mejores beneficios, y por último y no por eso menos importante como hermano de la Tercera Orden de Adoradores Seglares del SantÃsimo Sacramento del Altar, donde siempre disfruto enseñando, regañando y sobre todo bromeando con los Monjes Adoradores Perpetuos del SantÃsimo Sacramento. No puedo dejar de mencionar a toda su familia, no quiero mencionar a nadie en especial para que no quede nadie fuera, pero todo aquel que tuvo contacto con él ya sea en persona o por Facebook, llego a conocerlo aunque fuera un poco, pero si sabÃa que al hablar con él no debÃan esperar palabras bonitas, él hablaba con la verdad, el primero te hacia ver tus errores y que pensaras como enmendarlos y si no sabÃas él te decÃa como, asà era, él no te daba palmaditas en la espalda y te decÃa que todo estarÃa bien, él te decÃa ponte las pilas y haz las cosas como deben ser. Asà que en nombre de mi esposo les pido que vivan su duelo, le digan adios, lo recuerden siempre, tal como era con sus errores y aciertos, llévenlo siempre en su corazón como él siempre los tuvo en sus oraciones y dejémosle descansar en paz. Que Dios, la SantÃsima Virgen MarÃa, todos los ángeles y santos lo reciban en el cielo. Descanse en paz, asà sea. Alabado sea el SantÃsimo Sacramento del Altar, en todo momento, quédate conmigo, Jesús sacrificado y glorioso, para santificarme, me uno a la intención de los hermanos y de las hermanas, que permanecen adorando, delante de tu presencia EucarÃstica, en compañÃa de MarÃa SantÃsima nuestra madre, de nuestro padre el señor San José y de todos los ángeles y santos del paraÃso. Amen.
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